Anuk o la vuelta al principio
Te hago una invitación a pasearte por seis mundos distintos en los que la Luna (Selene para los griegos), teje la trama. Aquí el
astro nocturno, atestigua, actúa e influencia la vida de hombres, bestias y
seres intermedios...en estas seis historias podrás viajar junto a ella en
noches cargadas de silencios, verdades a medias, dudas que atormentan, sombras
y secretos ¿Te atreves a seguirla?
Como principio, te dejo probar un bocado de "Anuk o la vuelta al principio", recordándote que en Amazon está la versión completa del libro digital, por si quieres más...
Anuk o la vuelta al principio
La luz es blanca y brilla con fuerza, sus
rayos atraviesan el horizonte y parecen perforar la cordillera coronada de
blanco. Mi lustroso pelaje ondea al viento y él brilla en lo alto, con ese tono
rosa nacarado que tenía mi madre. Sé que seguirá burlándose un poco de mí cada
día, pero también será amable, como lo es ahora mismo al acariciarme dulcemente
con su luz. Frente a mí, las olas se hacen espuma al chocar contra los negros
acantilados. Siento el aroma salino y la fuerza de la tormenta escondida tras
las nubes. El momento llegará pronto, lo sé. Todo se llena de una energía
particular, que sube en intensidad mientras la noche cae y las ruinas brillan
con fantasmagórica insistencia, señalando el camino.
Elikan aguarda a un lado, como
si no esperara, supongo que tras tanto tiempo viendo el destino retorcerse
hasta alcanzar nuevamente el inicio, estos minutos se hacen pocos en
comparación. Él está ahí de pie, solemne, pero sin esa gravedad que
caracterizara al Gran Gris, mi primer
maestro, más bien lleno de paz, de la calma que trae la tarea realizada. Se irá,
lo entiendo ahora, el culmino del ciclo lo exige así, porque él es el último
maestro de la última Ulfur: quién
hizo la profecía, la verá cumplirse. El camino se clarifica hasta definirse, voy
a su encuentro. Soplo de viento encaja
en mi mano perfectamente, la canción de mi pueblo palpita en mi pecho. Todas
las sombras de mi vida serán invocadas: tendrán paz esta noche. El redondel de
luz me envuelve, los veo a todos reunirse a sus afueras, mi corazón se llena,
henchido de nuevos significados y de un valor nunca antes sentido. Llevo la
caracola a mis labios y me diluyo en el sonido. Siento a las sombras pasar a
través de mí y hacerse música, una a una entran en la luz y vuelan. Mis
pulmones se llenan y vacían continuamente, ya no me importa el sonido perfecto,
solo quiero que todo esto que se encuentra en mi interior sea representado
fielmente y los retrate a ellos, a ellos en mí, al amado bosque en que crecí, a
mí historia, que es la nuestra. No ver nada, no oír nada, solo sentir, para que
el sonido llegue más alto, más claro, más lejos y los abarque a todos, antes de
alcanzarte a ti y hacernos uno de nuevo.
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