Revisé en el espejo mis ojos: seguían cargados de soledad venidera, había que verse largo para vislumbrar el alivio, la vuelta a la calma del llamado en falso.

Oí tu voz una vez y otra vez, para convencerme y encontararme sonriendo con el corazón alegre, ...sólo una parte duda,
igual habrá una parte que siempre lo haga, así que lo dejo estar y me permito entrar en el paisaje, siempre cambiante, de este amor nuestro.

En este otoño tropical que sueña distancias medidas en océanos, tu imagen viene fuerte y se acurruca en mi pecho: mañana tomaré tus labios y la luz se filtrará, hecha arcoíris, allá en la profundidad de un corazón que se hace hielo y fuego, en una danza a dos pasos: de la mano a la garganta, de la piel vuelta camino para tu lengua y labios.

Un poco como al azar, un poco sin darme cuenta, partir distraída, loca con sed de aventura incierta y hambre de tus pupilas, del brillo, de tu tormenta.

Foto by @salufi

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