No nos encontramos a tiempo,
de ser así, yo habría sostenido tu manos cuando estuviste tan solo
y tú habrías tomado las mías cuando tuve miedo.

Nos encontramos ahora,
cuando no nos somos necesarios,
donde aprendimos a crecer sin un "nosotros"
ni escuchamos el canto de sirena que invita a "cambiarte" o "cambiar"
para estar "verdaderamente juntos".

Nos encontramos con la espalda hecha heridas
y el corazón remendado,
el atadito de seños sucio de tierra y sudor,
la sonrisa que asoma con cautela y te digo:

"No he salido siempre victoriosa, pero soy y tú eres
y AHORA podemos tomarnos las manos,
disfrutar el contacto, la calidez, el que estés junto a mí,
por mil años o un día,
porque el ahora es infinito en este mismo instante.
                                                                                          N.Wallis.G

Comentarios

  1. Hace un mes te vi, y recordé, que me habías recomendado tu libro, libro que no leí. Y hoy entro a las redes y es como si el destino me recordara que siempre quise leerte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares